Algo más que un Parque Natural, un lugar salvaje.

Fondo marino Cala de las Hermanicas

Hace poco más de 30 años que se declaró al Cabo de Gata Parque Natural, 10 años después declarado Reserva de la Biosfera, desde luego tardaron demasiado en hacerlo, posiblemente debido a que este lugar recóndito, repleto de belleza, estaba inexplorado por ajenos y disfrutado en silencio por sus habitantes.

Un lugar que perfectamente podría ser el decorado de una película, y no por casualidad, ya que así fue durante los años que Hollywood realizó diversos rodajes de películas en la zona, pero no vamos a centrarnos en eso, ya que su principal atractivo es la belleza de sus increíbles e idílicas playas desiertas, así como sus encantadores pueblos pesqueros.

A escasos 25 kms de Almería, nos encontramos con sus playas, comenzamos por San José, quizá el lugar más turístico de la zona, de dunas doradas y paredes de lava, donde podemos encontrar las playas de Mosul y los Genoveses, esta última toma su nombre del desembarco que hicieron en dicha playa para tomar la zona. Para evitar la saturación de la zona, ambas playas tienen limitado el aforo de vehículos para preservar la belleza del lugar y las aglomeraciones.

No solo la riqueza de la zona son las playas, ya que es altamente recomendable la gastronomía, basada en el pescado fresco y otros majares que no dejan indiferente a nadie.

El atractivo de la zona, difícilmente descriptible, va desde la tierra, hasta el cielo, y que las leyendas ancestrales que cuentan en la zona toman más fuerza cuando se contempla el cielo estrellado en las noches despejadas.
Un lugar especial sin duda es Almadraba de Monteleva, llamada Las Salinas por las piscinas de sal. Aún hoy, la sal desecándose hace rebotar su resplandor sobre las casas encaladas del pueblo y, cuando sopla el viento, cubre como un manto blanco la arena de la playa. Las salinas y las marismas cercanas son, además, un rico hábitat donde anidan o reposan cientos de especies de aves (garzas, cigüeñelas, flamencos…).

De obligada parada también es Rodalquilar, donde podremos visitar las minas de oro, ese mineral tan buscado a lo largo de la historia por saqueadores y que ha sido fuente de ingresos de la zona durante años.

Todo el atractivo salvaje de una zona de la que el cine se ha hecho eco y ha explotado su belleza y donde es aún posible disfrutar de lugares por descubrir, la encontramos más cerca de lo que pensamos… quizá a unos pocos kilómetros de casa, cuando pensaríamos encontrarlo al otro lado del planeta.

Cabo de Gata, paraíso de otro tiempo

Playa del Monsul

Es difícil encontrar alguien en España con la suficiente memoria o edad para que pueda contar algo sobre ese país lleno de playas y parajes paradisíacos, donde aún no haya llegado el fantasma inmobiliario para llenar de ladrillo las vistas de los visitantes. Sin duda, es algo complicado de encontrar en los días en los que vivimos.

A ese viajero que busca esos lugares fuera de nuestras fronteras, donde la vegetación se funde con las playas desiertas, donde por unos minutos pueda contemplar tiempos remotos a través de las construcciones de época. Es muy probable que esté buscando en su mente un lugar recóndito muy alejado de nuestro país.

Todo esto puede que nos suene demasiado y probablemente lo hemos pensado en algún momento cuando queremos elegir un destino vacacional, pero, ¿y si ese destino estuviera más cerca de lo que pensamos?, quizá a unos cientos de kilómetros de nuestra casa, pues muy posiblemente no lo creeríamos. Podemos confirmar que todo aquel que se sienta así es porque no ha visitado el Cabo de Gata.

Un lugar donde aún vive el lejano oeste a través de los decorados que algún día fueron parte de películas de Hollywood, como por ejemplo Lawrence de Arabia, Cleopatra, en los que puedes viajar en el tiempo hasta tan hostil época para revivir las aventuras más increíbles, y es que Steven Spielberg, no puede estar equivocado, ya que también opto por estos paisajes para recrear las aventuras de Indiana Jones en sus películas.

Si todo lo anterior, que no deja de ser ficción, no te ha convencido, quizá deberemos comentar las increíbles historias de la zona, sobre desembarcos piratas que se remontan a la edad media, las fortalezas construidas para frenar tales ataques o la ruta del oro, aquel preciado elemento que todos estos piratas buscaban en sus incursiones.

No obstante, aunque todo lo expuesto es muy atractivo, la belleza de la zona reside en su valor natural, ya que la zona se encuentra enmarcada entre sus playas paradisíacas de color azul turquesa, oscuras colinas volcánicas, formaciones caprichosas de piedra más típicas de obras de Gaudí, que de la propia naturaleza, y sobre todo la tranquilidad de un lugar por descubrir, donde la prisa se olvida y donde los paseos se convierten en tesoros.